Parece que ya hemos asumido que las placas solares van a ser las que nos saquen de esta crisis energética y las que sirvan de palanca para la transformación energética que vivimos y nos encamina a la descarbonización de la sociedad. Y eso está bien, pero dentro de esta industria hay multitud de tecnologías y, como no podía ser de otro modo, algunas son mejores que otras. Apollo Power ha anunciado que entran en producción sus nuevos paneles solares flexibles que tienen varias ventajas, aunque las principales son que cuestan la mitad a pesar de ser más duraderos y encima tener una mayor capacidad de producción de energía eléctrica. Y por si eso fuera poco, se pueden poner en cualquier parte.

Esta compañía israelí tiene una propuesta alternativa a los tan conocidos y extendidos paneles solares fijos y pesados. Lo que fabrican ellos es igualmente tecnología fotovoltaica, pero en un formato en rollo. Son placas solares totalmente flexible que, precisamente por ello, son mucho más ligeros y además abren la puerta a la instalación en cualquier superficie. Es decir, que este tipo de panel solar ya no obliga a disponer de un tejado donde instalar las placas solares, sino que también se puede instalar en fachadas de edificios, por ejemplo, o incluso en el techo de todo tipo de vehículos. La idea es que, como exponen desde la empresa israelí, gracias a esta tecnología más ligera, duradera, económica y eficiente, cualquier tipo de superficie bajo el sol se pueda convertir en una superficie que genere energía eléctrica. De hecho, respecto a esto el Consejero Delegado de Apollo Power, que es Oded Rozenberg, ha comentado que la visión de la empresa está muy centrada en ‘que el mundo deje de utilizar zonas dedicadas a granjas de energía solar’ y, en su lugar, empiece a usar las infraestructuras ya existentes.

En el proyecto han estado trabajando nada menos que 30 investigadores y además han sido necesarios cuatro años de intenso desarrollo. Pero dedicando estos recursos han sido capaces de dar con el material que les ha permitido fabricar paneles solares totalmente flexibles. La industria a día de hoy sigue utilizando silicio como ingrediente activo en los paneles solares, y esto hace que los paneles fotovoltaicos sean quebradizos. Si se dobla se rompe y deja de funcionar, y es por eso por lo que todos estos paneles vienen con un frontal protector de cristal que añade una importante cantidad de peso y, además, un marco metálico que le da rigidez pero también aumenta el peso.

Detrás de cuatro años de trabajo estaba el gran reto de encontrar un material tan eficiente como el silicio para poder transformar la radiación solar en energía eléctrica, pero que fuera flexible. De hecho, inicialmente se pusieron como objetivo alcanzar el 20% de eficiencia energética, pero apenas conseguían llegar a un 4% con algunos de los mejores materiales con los que estuvieron probando. Pero en solo tres meses con un material, que no han querido revelar por razones lógicas, llegaron al 12% de eficiencia energética y se pusieron a trabajar en esta línea para mejorar su producto.

Esta, por supuesto, no es la única compañía que se dedica a la fabricación de paneles solares flexibles, pero sí que han conseguido desarrollar un producto mejor, más eficiente, más duradero y a mitad de precio o incluso todavía más barato. De ahí que estén colaborando directamente con empresas como Audi y Hyundai, que ya están integrando en sus vehículos algunos de sus paneles flexibles para la recarga de la batería. Además, también han instalado estos paneles en cientos de autobuses y camiones en Israel y Europa, y aseguran que esto se amortiza en menos de un año.

Las prestaciones tan buenas que se pueden lograr con estos paneles solares flexibles, y que ya están comprobando Nestlé o Amazon, entre otras gigantescas compañías, son tales que se considera que será cuestión de algunos años, pero dejará obsoletos a los paneles solares rígidos. Igual es demasiado pronto para hacer estas afirmaciones, pero lo cierto es que son mucho más convenientes para todo tipo de instalaciones y de infraestructuras. De momento, una tecnología y la otra coexisten en entornos ligeramente distintos.